Quizás el motivo por el que Andy Warhol se convirtiera en uno de los artistas, que más fomentó el arte como parte de una industria, no se debió tanto a sus contactos con las discográficas de su tiempo, ni la agonizante influencia del mundo de la publicidad. El posible origen real de este receso, en cuanto a emociones en el arte, puede que no se deba a otra cosa que a un profundo “nihilismo” que invadía de vacío todo a su alrededor. Cuando en 1962 Andy Warhol presenta en New York su Díptico de Marilyn o sus Latas de sopa Campbell, no solo estamos ante un conflicto con el concepto mismo de arte- términos como industria, cadena de trabajo, reproducción- chocan de pleno con lo que hasta ese momento se entendía como producción artística.
Sin meternos en cuestiones de términos, sin quererlos enjaular, es verdad que el modo de trabajar de Andy Warhol, no solo pudo deberse a una incesante búsqueda de nuevas técnicas, sino que también pudo ser fruto de un gran vacío que solo le permitía mirar y copiar. Hay quien afirma que justamente en ese vacío, reside la poética de su trabajo, imitar a la industria para justamente, de alguna forma velada, denunciar la presencia de una profunda “nada”. Gracias a obras basadas en la reformulación de diferentes productos de consumo como las series de sopas Campbell’s o la transformación de grandes iconos populares de su tiempo, como actores, políticos o cantantes, le permitieron conectar rápidamente con el gran público y con una cierta élite intelectual.
Tomando como fuente de inspiración el culto a la mercancía surgido de las invenciones industriales del siglo XIX, sus modos de trabajar cambian. Siempre atento al avance técnico e industrial, Warhol usó todo tipo de técnicas y de máquinas, desde la serigrafía hasta la grabadora de vídeo, con patrones productivos que él mismo definió como "propios de una cadena de montaje". Es en ese arte mecánico, aparentemente impersonal, donde se niega cínicamente toda carga espiritual intencionada. Para profundizar más en la figura de este particular artista del siglo XX el Caixa Forum de Madrid nos invita a una exposición para dar otra lectura a sus obras desde una perceptiva histórica y más crítica. La muestra “Warhol. El arte mecánico” una serie de obras más representativas del autor, junto a una selección de ensayos escritos por teóricos de su obra, y una sección de retratos del artista, tomados por fotógrafos como Alberto Schommer, Richard Avedon o Robert Mapplethorpe. La exposición “Warhol. El arte mecánico” se podrá visitar hasta el 6 de Mayo.
Eduardo Álvarez Chao | Madrid | 7 de octubre 2017